Cuando uno de sienta plácidamente en un banco de un pueblo no sabe quién o qué pasará por allí, así que a los pocos minutos aparecieron unos jinetes con sus caballos.
No dejé pasar la oportunidad y saqué la cámara para dejar inmortalizado el momento.

La foto está tomada en
Carrión de los Condes, Palencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario