Cuando uno de sienta plácidamente en un banco de un pueblo no sabe quién o qué pasará por allí, así que a los pocos minutos aparecieron unos jinetes con sus caballos.
No dejé pasar la oportunidad y saqué la cámara para dejar inmortalizado el momento.
La foto está tomada en Carrión de los Condes, Palencia.
miércoles, junio 27, 2007
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