Siempre me pregunto si un servicio 7x24 es síntoma de progreso o de todo lo contrario.
A simple vista tener, por ejemplo, un servicio de atención al cliente al que puedas llamar a las 3 de la mañana parecería ser algo moderno, pero pensándolo bien es una vuelta al pasado en muchas cosas. Por ejemplo, el poder llamar por teléfono y que alguien te responda significa que alguien está sacrificando su sueño por atenderte. Seguro que pensaréis que esa persona dormirá por el día, pero os aseguro que no es lo mismo. Es decir, que todo este progreso no es más que una nueva forma de esclavitud para mucha gente.
Aún recuerdo cuando era pequeño y se estropeaba algo un viernes que te resignabas a que hasta el lunes no se arreglaría, en cambio ahora exigimos que nos lo arreglen aunque sea domingo, Navidad, carnavales o Semana Santa.
Lo mismo ocurre cuando los hipermercados abren los domingos (Que conste que yo como protesta nunca voy a comprar los domingos a un hiper. Es más, me da vergüenza ir a comprar esos días). Es cómico ver como gente sale del Carrefour un domingo con bolsas llenas de cosas que podían esperar a ser compradas al día siguiente. A mi me dan ganas de preguntarles si era tan necesario que abrieran un hiper para que ellos pudieran comprarse el último disco de Sakira o una caja de refrescos de Coca Cola.
No sé, será que he sufrido lo de ir a trabajar noches y domingos y siempre pienso en esas personas que nos tienen que aguantar en un hiper o un servicio de atención al cliente, ganando cuatro perras, con horarios de escándalo y sin poder disfrutar de los hijos, del tiempo libre o de sus amigos un festivo. Y todo ello para que tengamos internet en nuestra casita a las 3 de la mañana o para que podamos ir a comprar un cubo para fregar el suelo un domingo a las 6 de la tarde.